Un reconocimiento al trabajo y compromiso

En Carmila apostamos por algo que va mucho más allá de un mero negocio para todo aquel que monta un establecimiento en nuestros centros comerciales. Gracias al trabajo constante y el cuidado de todos los aspectos que envuelven a nuestros comerciantes, conseguimos crear vínculos con ellos que, aunque basados en la profesionalidad, permiten que las relaciones se mantengan de forma duradera en el tiempo. 

Un claro ejemplo es Amelia, mujer gaditana que lleva 40 años trabajando en el Centro Comercial Los Barrios en Cádiz, en la floristería que decidió montar con su marido. Valiente, decidida y llena de carisma, emprendió hace años y continúa con su negocio de la mano de Carmila. A pesar de no tener experiencia previa en el mundo de las flores, gracias a la constancia y el esfuerzo, ambos fueron aprendiendo hasta poder convertirse en una de las floristerías de referencia de la zona.

Desde Carmila hemos querido hacerle un homenaje por toda una vida compartiendo momentos, haciéndole entrega de un trofeo por su fidelidad, además de por su entrega diaria. Amelia cuenta con una clientela fija y abundante en la zona en la que se encuentra el centro comercial y se siente muy cerca de todos sus clientes. 

“Aquí viene mucha gente de diversos sitios, hay buenos productos y la gente es muy agradable. Además, aunque ahora vienen nuevas personas, aquí estamos casi los mismos que cuando empezamos”, apunta Amelia. Además, la propietaria asegura que ha conseguido crear un vínculo muy familiar con sus clientes y gestores, a los que siempre trata de obsequiar con algún detalle cuando hacen sus compras. 

Si algo caracteriza a Carmila desde sus comienzos es el trabajo continuo por ofrecer las mejores condiciones, además de la ayuda que necesiten, a todos quienes forman parte de la entidad. Sin duda, la cercanía es uno de los valores por los que rigen nuestras actividades y formas de actuación. Amelia, emocionada, no duda en apuntar lo agradecida que se siente por el trato que ha recibido durante todos estos años por parte de Carmila. Asegura que conoce “incluso a todos los directores. Siempre que he tenido algún problema me han ayudado muchísimo”.

Amelia confirma que siente “mucho orgullo por cómo me ha tratado la gente. Yo estoy aquí como si estuviera en mi casa, porque todos son muy buenos conmigo. Estoy muy contenta con toda la labor que he hecho. A pesar de estar sola desde hace 10 años, no me he rendido nunca para poder mantener el negocio, siempre con ayuda de Carmila en cualquier cosa que he necesitado”.

Estas relaciones son, sin duda, el reflejo de la forma en la que Carmila afianza los lazos con todos los emprendedores que deciden elegir uno de sus centros comerciales para desarrollar su actividad profesional. Basándose en el contacto directo y cercano, se posicionan no solo como propiedad a la que se puede acudir en cualquier momento, sino que también consiguen que se les perciba como parte de una familia profesional, que se logra gracias al trabajo coordinado para siempre conseguir los mejores resultados. 

Ejemplos como el de Amelia enseñan la importancia de no rendirse y la necesidad de no limitarse a vender productos o servicios que puedan ser reemplazados por una oferta similar. Cuidar a los clientes es una de las mejores opciones para garantiza que te sigan eligiendo frente a la competencia y que, por tanto, el negocio continúe funcionando pase el tiempo que pase.